Bolivia ha sido nuestro primer país elegido para empezar una aventura de seis meses viajando por el mundo, y la verdad que no pudimos haberlo elegido mejor.
Después de casi una semana en Chile, donde nos encontramos ahora mismo, hemos podido mascar el país donde hemos pasado casi nuestro primer mes y contar aparte de nuestra ruta, que es lo que más y menos nos ha gustado y como ha sido visitar este país que nos ha gustado tanto.
Sin duda, la gente de Bolivia nos ha robado el corazón, nos han tratado genial, nos han ayudado en todo lo que hemos necesitado y nos han dado confianza y respeto para llevar el viaje y los primeros meses por LATAM de una manera super segura para nosotros.
ITINERARIO DE BOLIVIA (25 días)
Madrid- Santa Cruz (escala)- La Paz
La Paz- Copacabana (en bus ´Lago Titicaca´)- La Paz
La Paz- Rurrenabaque- La Paz (días en el Amazonas)
La Paz- Sucre
Sucre- Potosí (en bus)
Potosí- Uyuni (en bus)
Uyuni- San Pedro de Atacama (Chile, por tierra)
La Paz
Copacabana ( Lago Titicaca)
Amazonas Boliviano
Salar de Uyuni
¿Qué ver en La Paz?
A nosotros La Paz nos pasó un poco por encima, la verdad. Un caos a 3.600 metros de altura.
La Paz es un nudo de calles empinadas, mercados infinitos, cables enredados, etc.
Ésta ciudad es la capital más alta del mundo.
Si tienes 3 o 4 días como nosotros, te propongo una ruta para explorarla. Para nosotros debo reconocer que nos sobraron días, tampoco somos muy fan de las grandes ciudades, asique seguramente que tantos días nos quedaron grandes.
Día 1: Primer respiro en la altura.
Empieza suave, llegar a La Paz puede ser un golpe (literal) de altura. Tómate el día para aclimatarte. Un plan perfecto es pasear por el mercado de las Brujas, donde puedes encontrar desde hojas de coca hasta fetos de llama deshidratados, sí, en serio.
Ésto no es solo folclore, es una ofrenda a la Pachamama (madre tierra).
Por la tarde, sube al mirador Kili Kili para tener una primera impresión de la ciudad encajada entre montañas. Si estás bien de energía, cierra el día con una cena en Sopocachi, el barrio más bohemio.
Día 2: Volar sobre la ciudad - el teleférico
¿Quién necesita metros cuando puede volar?. El teleférico de La Paz (Mi Teleférico) es el más largo y alto del mundo.
Además de ser transporte público, es una atracción turística en sí. Toma la línea roja desde la estación central y enlaza con la línea amarilla hasta El Alto.
Desde allí arriba, a más de 4.000 metros, la ciudad se despliega como una maqueta viva.
El Alto es otro mundo: mercados gigantescos, vistas al Illimani, y una arquitectura brutalista de colores conocida como ¨cholets¨ (casas excéntricas diseñadas por el arquitecto Freddy Mamani).
Como dato, nosotros hicimos la línea circular, en realidad ninguna se llama así , pero cuando pidas el tiket dile que quieres hacer ese recorrido, dura aproximadamente 1h y como su nombre indica empieza y acaba en el mismo punto.
Nosotros empezamos y acabamos en la línea roja y durante 1h y vimos toda La Paz desde las alturas y fue algo muy interesante a la par que impactante. Nos costó 45 bolivianos este recorrido que son unos 5 euros aproximadamente.
Día 3: Caminata entre la luna y los Andes
Hora de salir del cemento. A sólo media hora de la Paz se encuentra el Valle de la Luna (15 bolivianos pp), unos2 euros, un paisaje erosionado que parece sacado de otro planeta. Caminar por sus senderos polvorientos te da la sensación de estar en otro mundo. Puedes combinarlo con una excursión al Valle de las Ánimas, una zona menos visitada pero igual de impresionante, con formaciones rocosas petrificadas.
Día 4 (opcional): Cultura viva y miradas que hablan.
Si tienes un día extra, visita el Museo de Etnografía y Folklore o el Museo de la Coca para entender más a fondo la compleja historia del país.
Y aquí va una curiosidad: ¿Sabías que puedes saber cómo se siente una llama por sus ojos? Su iris tiene forma de rectángulo horizontal, lo que les da una mirada extraña y profunda. Dicen que si una llama te observa fijamente, mejor mantén distancia...no por miedo, sino porque probablemente estás invadiendo su espacio. Y las llamas, aunque adorables, también escupen.
CONCLUSIÓN:
La Paz no es fácil. Hay que caminarla con paciencia y curiosidad. Pero si le das tiempo, te devuelve con vistas que te dejan sin aliento (literalmente) y una sensación de haber estado en uno de esos pocos lugares que aún conservan su caos auténtico sin estar masificado de turistas.
CONSEJOS PRÁCTICOS:
Usa UBER, funcionan muy bien en La Paz y son más baratos y más seguros que un taxi normal.
No saques dinero con tarjeta ni pagues con tarjeta, paga todo en efectivo y cambia en casas de cambio. A día de hoy, marzo de 2025, el cambio oficial de moneda es 1 euro- 7.3 bolivianos, si pagas en efectivo y cambias dinero físico el cambio está a 1 euro- 12 bolivianos.
Habla con los bolivianos, siempre están dispuestos a ayudarte en todo.
Si sientes mal de altura toma mate de coca, caramelos de coca o masca la hoja de coca, el mal de altura puede jugarte una mala pasada.
Bolivia es muy barato y puedes comer por poco dinero si vas a ´restaurantes´ locales, si vas a sitios turísticos el precio puede inflarse incluso más que el doble.
Si quieres ahorrarte en alojamiento, ten en cuenta que los hoteles de Bolivia son muy básicos y vas a encontrarte con un ´muy mal colchón´, ´desayunos escasos´, etc. Por lo que si quieres ahorrarte un dinero pero quieres dormir bien, no ahorres el hoteles y gástate un poco más.
¿QUÉ VER EN COPACABANA?
Cogíamos un bus en La Paz hasta el lago navegable más alto del mundo: el Titicaca. En esta ruta de 5 días exploramos Copacabana y la Isla del Sol, donde la espiritualidad se mezcla con la calma de las olas, y las caminatas son tan antiguas como los mitos que habitan sus piedras.
Nosotros reservamos los tickets en la página 12togoAsia , y todos los trayectos nos costaron entre 7 y 16 bolivianos por persona y trayecto.
Día 1: La Paz a Copacabana: del caos al silencio.
Salir de La Paz hacia Copacabana es un cambio radical. El trayecto en bus local toma alrededor de 4 horas. Lo mejor es tomarlo temprano en la terminal del Cementerio o desde la zona del centro.
En el camino, cruzas el Estrecho de Tiquina: tú en lancha y el bus en balsa de madera. Una rareza que añade sabor a la trayectoria.
Al llegar a Copacabana, el ambiente cambia por completo: menos tráfico, más aire puro. Es una pequeña ciudad junto al lago, rodeada de montañas y con un ritmo que invita a bajar de revoluciones.
Pasa la tarde caminando por la costanera, probando la trucha a la parrilla o viendo atardecer desde el Cerro Calvario.
La subida es empinada, pero las vistas desde lo alto del Titicaca, con sus reflejos dorados, bien valen el esfuerzo.
Quédate a dormir en el Hostal Las Olas , nosotros nos quedamos una noche y fue espectacular. Aparte no creo que nunca te hayas quedado en un hotel con un diseño similar.
Iglesia de Copacabana
Hostal Las Olas
Día 2: Copacabana cultural- mitos, mercados y vírgenes.
Dedica el segundo día a explorar Copacabana con más calma. Visita la Basílica de Nuestra Señora de Copacabana, famosa por su virgen milagrosa y sus rituales de bendición de coches, donde sus vehículos se adornan como si fueran de boda.
Después date una vuelta por el mercado local para probar humintas o api caliente, y si tienes suerte, ver una ch´alla, una ofrenda tradicional con fuego, alcohol y hojas de coca.
Día 3: Rumbo a la Isla del Sol- cruzando el lago sagrado.
Por la mañana, embarca hacia la Isla del Sol. Los botes salen desde el muelle de Copacabana alrededor de las 8:30 h. El trayecto dura 1 hora y media aproximadamente y cuesta al cambio unos 4 o 5 euros.
Lleva ropa de abrigo, pero también de calor, por el día calienta y por la noche hace mucho frío.
Al llegar, te recomiendo bajar en el muelle de Challapampa (norte). Desde allí puedes visitar las Ruinas de Chinkana y la Roca Sagrada, donde según la leyenda incaina nacieron Manco Cápac y Mama Ocllo, los fundadores del Imperio.
Pasa la noche en un alojamiento con vistas al lago.
Día 4: Caminata sagrada-de norte a sur por la cresta.
Este día es el corazón del viaje. Camina desde Challapampa hasta el sur de la isla (Yumani), o viceversa, por el sendero de la cresta.
Es un recorrido de entre 3 y 4 horas, a unos 4 mil metros de altitud, con vistas constantes del lago y picos nevados de fondo.
Nosotros no lo hicimos porque lo veíamos muy duro, nos recorrimos parte de la isla pero no hicimos este trayecto, pero dicen que el camino está lleno de energía y símbolos: terrazas agrícolas, pequeñas comunidades, llamas pastando y niños que saludan con sonrisas tímidas.
Al llegar a Yumani, puedes bajar por las Escaleras del Inca, (nosotros las subimos porque llegamos a Yumani y casi morimos), un antiguo tramo de piedra flanqueado por flores y fuentes.
Día 5: Regreso con calma- Isla de Sol a Copacabana y a La Paz.
Toma el bote de regreso a Copacabana (entre las 10:30 y las 11:00h). Nosotros dormimos en Copacabana una noche más y luego tomamos el bus de vuelta a La Paz.
CONSEJOS PRÁCTICOS:
Lleva efectivo, en la Isla del Sol no hay cajeros.
Aclimátate antes de ir: la altitud se siente en las caminatas.
Protector solar y gorro siempre contigo. (como dato, en casi toda Bolivia nos marcaba el teléfono índice de UVA extremo)
Respeta los espacios rituales.
CONCLUSIÓN:
Copacabana e Isla de Sol no son solo un destino, son un viaje hacia adentro. Entre la altura, la historia y el silencio uno termina entendiendo por qué los antiguos cosideraban estas tierras el centro del mundo.
¿QUÉ HACER EN RURRENABAQUE? (Amazonas boliviano)
Rurrenabaque y el Madidi: 6 días entre selva, comunidad y respiro.
Dicen que la selva te cambia. Y no solo por los mosquitos o el sudor constante, sino por lo que ves y sientes ahí dentro: sonidos que nunca habías escuchado, animales que parecen sacados de un cuento y el silencio que se instala cuando el mundo digital queda atrás.
Llegar a Rurrenabaque, al borde del Amazonas boliviano, puede parecer fácil: un vuelo corto desde la Paz de apenas 40 min (podéis ir en bus desde La Paz, es mucho más barato pero son unas 14 horas de vuelo. Depende de cada uno). Pero ojo: por el clima, los vuelos pueden cancelarse o reprogramarse sin previo aviso, como nos pasó a nosotros.
La humedad, las lluvias y la niebla lo mandan todo, y más cuando acababa de desbordarse el río y estuvimos hasta el día de antes pensando si podríamos ir o no. Por eso hay que tener flexibilidad y paciencia, yo recomiendo si vais en avión compraros el primer horario posible por si hay algún problema.
Día 1: Llegada a Rurre- entre calor y hamacas.
Al aterrizar en Rurrenabaque, si todo va bien, el cambio de ambiente es total: calor húmedo, palmeras, calles de tierra y motos por todas partes. Te recibe el Beni con los brazos abiertos.
Este día es perfecto para instalarte, descansar del viaje y conocer el pueblo. Puedes caminar por la costanera del río, tomarte algo en una plaza y ver el atardecer en el mirador de la Cruz, con la selva extendiéndose hasta donde alcanza la vista.
Día 2 al 4: Aventura en el Parque Nacional Madidi.
Desde Rurre, partiremos hacia el Parque Nacional Madidi, una de las áreas protegidas con mayor biodiversidad del planeta.
Nuestro tour de 3 días incluyó caminatas guiadas en la selva, con Severo, un señor de 64 años que nos dió una paliza a todos, pero que gracias a él vimos cosas maravillosas. Os recomiendo alojaros en el Lobo Hostel, al cambio son unos 20 euros con desayuno incluído y tiene piscinay unas vistas increíbles. Desde allí podéis reservar éste tour y otros a buen precio. Sino, por el pueblo hay cientos de agencias de tours por la selva.
También navegamos en canoa por el río Tuichi, y convivimos con la comunidad Real Beni, donde dormimos en cabañas de madera con mosquiteras y techos de palma.
Duurante las caminatas, aprendimos a identificar huellas, y vimos tarántulas saliendo de su escondite al anochecer.
Los guías locales no solo conocen la selva, la respetan profundamente. Nos enseñaron plantas medicinales, técnicas de orientación y hasta cómo hacer cuerdas con fibras naturales. Por las noches, la oscuridad es total y el sonido de la selva es alucinante.
(Durante esta aventura de 6 meses, empecé en Bolivia un apartado en esta página web que se llama 6 meses viajando, allí cuento más anécdotas y aventuras que nos pasan o pensamientos y emociones).
Día 5: Vuelta a Rurre- cuerpo cansado, alma llena.
De regreso al pueblo, lo único que apetece es una ducha y una hamaca. Pasamos este día descansando en Rurrenabaque, en el hotel, paseando, comiendo rico por el pueblo y sintiendo de nuevo la ´civilización´.
Si te apetece un plan traquilo, puedes visitar el pequeño mercado, tomar un café con vistas al río o simplemente no hacer nada. Y eso, después de días intensos de caminata, es un verdadero lujo.
Día 6: últimos momentos (si el vuelo lo permite).
El último día, en teoría, toca volver a La Paz. Si vuelas, aprovecha ese breve sobrevuelo de los Andes para mirar por la ventana: pocas veces se ve tanta selva desde tan cerca.
CONSEJOS PRÁCTICOS:
Lleva ropa ligera, pero de manga larga para protegerte.
Repelente de insectos potente.
Una linterna frontal no está de más.
Si puedes, apoya tours organizados por comunidades locales.
Vuela con margen: la selva tiene sus propios horarios.
CONCLUSIÓN:
Rurrenabaque y el Madidi es una zona de Bolivia que muchos viajeros se saltan en sus viajes, pero sin duda ha sido lo mejor de todos nuestros días en el país. ¡No te quedes sin ir¡.
No solo es un destino, sino que es una experiencia de conexión con la naturaleza, con otras formas de vida y contigo mismo.
La selva exige mucho, pero devuelve más. Y cuando vuelves a la ciudad, con la mochila sucia y el cuerpo cansado,sabes que has vivido algo que no se olvida.
¿QUÉ VER EN SUCRE?
Sucre en 3 días: historia blanca,tejados naranjas y tiempo lento:
Mientras que La Paz acelera y el antiplano impone, esta ciudad colonial se deja recorrer sin prisa. Con sus fachadas blancas, sus iglesias y sus calles adoquinadas, Sucre es el alma tranquila de Bolivia. Te propongo una ruta de 3 días para empaparte de su historia y su arquitectura.
Día 1: Centro histórico y tejados coloniales.
Empieza el día en la plaza 25 de Mayo, el corazón de la ciudad. Aquí todo pasa: niños jugando, gente charlando en los bancos, zapateros en las esquinas limpiando zapatos. Desde ahí puedes visitar:
La Catedral Metropolitana y su museo sacro.
La casa de la libertad, donde se firmó la independencia de Bolivia en 1825. Historia pura.
El Museo Universitario Charcas, con arte colonial, etnografía y momias precolombinas.
A mediodía, haz una parada en el mercado central: jugos naturales, salteñas, empanadas de queso y platos típicos a muy buen precio.
Por la tarde, sube al Mirador de la Recoleta. Desde aquí ves toda Sucre como en maqueta: tejados rojos, cúpulas blancas y colinas verdes al fondo. Es un lugar perfecto para ver el atardecer.
Día 2: Parques y Conventos.
Comienza el día visitando el Parque Bolívar, donde hay una mini réplica de la Torre Eiffel. Luego puedes caminar hasta el Convento de San Felipe de Neri, donde se puede subir a los tejados y pasear entre cúpulas blancas, un lugar increíble para sacar fotos.
Despuñes date un gusto con una visita a Para Ti o Chocolates Taboada, dos marcas locales de chocolate artesanal. En sus tiendas puedes probar bombones, tabletas con sal andina, e incluso tomar chocolate caliente.
Si te interesa algo diferente por la tarde, puedes visitar el Museo del Tesoro, justo en frente de la plaza. Es pequeño pero interesante, con minerales y piedras preciosas de Bolivia.
Día 3: huellas de dinosaurios o un pueblo cercano.
Opción 1: Parque Cretácico. A solo 5 km del centro se encuentra este parque donde se pueden ver más de 5.000 huellas de dinosaurios en la roca, una de las concentraciones mas grandes del mundo.
Opción 2: Excursión a Tarabuco (solo domingos).
Si coincide que estás en Sucre un domingo, puedes visitar en mercado de Tarabuco, a 1 hora 30 minutos. Es famoso por sus tejidos y trajes tradicionales yamparas. Es una gran oportunidad para ver otra Bolivia, más rural y profundamente indígena.
En conclusión, Sucre está a unos 2.800 metros, se respira mejor, pero no bajes la guardia. Si vas a Tarabuco, lleva cambio pequeño y respeta si la gente no quiere fotos, y no olvides probar el queso humacha o chorizos chuquisaqueños, si te gusta lo salado.
Cogimos un bus a Potosí de 4h de trayecto desde Sucre, hicimos noche en Potosí, y al día siguiente, cogimos otro bus de 4h que nos dejaba en el pueblo de Uyuni. Los hay directos pero nosotros no llevamos prisa y quisimos hacer una parada en el camino en vez de meternos tantas horas de bus.
Por fín llegábamos a Uyuni, donde íbamos a terminar nuestro viaje por Bolivia de la mejor manera posible.
¿QUÉ VER EN UYUNI Y RUTA POR EL GRAN SALAR?
De Uyuni a San Pedro de Atacama (Chile): sal, estrellas y frontera.
Llegamos a Uyuni en bus con el cuerpo algo roto pero con la emoción a tope. Pasamos la noche en el Hotel La Casona de Sal, un alojamiento construido con bloques de sal, ¡incluídos muebles y paredes¡. Cómodo, cálido y perfecto para aclimatarse antes de la aventura.
Al día siguiente , empezó la travesía por el salar de Uyuni, ese mar blanco infinito donde el cielo se refleja sin límites.
Visitamos el cementerio de trenes, el pueblo de Colchani, y dormimos en refugios sencillos pero rodeados de paisajes irreales y según dijo el guía a unos -12 grados. (me lo creo).
Durante 3 días cruzamos lagunas antiplánicas,( como la colorada y la verde), vimos cientos de flamencos, géiseres, desiertos de mil colores y terminamos la ruta en la frontera con Chile para cambiar de país.
En el pueblo de Uyuni hay varias agencias que te organizan el tour al salar y las lagunas, no todas terminan en Chile, pero hay esa opción. Nosotros la contratamos directamente con el hotel y salió todo genial y sin preocupación alguna, nuestro guía Omar una persona excelente.
Éste ha sido nuestro recorrido por Bolivia y nuestro primer país de la aventura de 6 meses viajando, si queréis más información podeís seguirme en mis redes sociales @lamochiladele.
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